Me quedé...
Colgado en el ojo del huracán
En la baldosa floja de tu vereda
Sin el zapatito de tu cenicienta
Sin el paraguas para tu tormenta
Nuestros besos nunca rimaron amor
Ni fui parche para tu corazón
Me voy…
Hasta el ancla de un barco que nunca zarpó
Hacia el cielo del cielo que nunca se vio
Como un ángel borracho de tanto dolor
En la espuma de orillas desiertas de sol
No me mires así…
Como quien mira un perro que busca calor
Con tu gesto y tus manos que me alejan de vos
En cámara lenta no sé que buscás
Como si fuera una coma cuando es punto final
Me quedé…
En un hueco escondido silbando para disimular
Fue un segundo y creí que era la eternidad
Qué poco dura el amor para siempre
Como una mariposa en el jardín de tu vientre
Me quedé…
Ahogado sin rumbo y sin nada que hablar
Revolviendo en recuerdos que nunca fueron verdad
Mirando desde la luna de tu ventana y no más
Y te vas…
A lo lejos veo cómo se escapa mi otra mitad
Qué poco dura el amor para siempre
Como una mariposa en el jardín de tu vientre
4 comentarios:
qué poco dura el amor para siempre...
cómo me gustó este poema Lucho!
hermoso, emotivo, dolorosamente bello
abrazo
PD: suprimí el comentario anterior porque le había pifiado a algunas letras, y uno es tan perfeccionista de lo escrito que no me lo banqué que quede así, jejee
muy bueno Lucky!
Te vuelvo a reiterar la necesidad de ponerle música a tus poemas.
un abrazo!!
Gracias Vani, gracias Iñiguez! Algún día (a destiempo) vendrá la música!
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