lunes, 1 de octubre de 2007

Directo a nada


“Somebody identifies himself and ourselves like Buffalos
and the way they were hunted by indians. They caused
them to run off the cliffs, jumping into the unknown by
forces Buffalos cannot control or even understand.
Why do we jump off?”







La posibilidad de sentirme libre ya no me mantiene en pie. Hay tantos revólveres en mis manos que el peso impide mi inmolación. La constante angustia que el mundo plantea ante la crónica falta material nos devora la propia existencia y dejamos que eso nos acobarde como si fuéramos la materia orgánica más vulnerable de la cadena alimenticia. Cadena que nadie inventó, pero de la cual formamos parte sin mover un peón.
La valija está pesada de mentiras y envases vacíos, la llevaremos con nosotros hasta el polvo si no la abrimos y le cortamos la cadena invisible que a ella nos ensambla. Quizás la peor parte sea que pudimos romper las cadenas perpetuas y no lo hicimos, ni pensamos en la posibilidad de hacerlo. Es lamentable ver a la gente y sus sueños llenos de espantosas risas de cartón. Es la sociedad toda la que prueba una y otra vez la amargura y no endulza o sala el pan del camino.
Aceptémoslo, ellos ganaron, ellos han sabido comer como gusanos nuestra nunca tan bien llamada materia gris. Sigamos alimentando al monstruo y limitémonos a esperar la partida, sigamos siendo marionetas sin hilo, payasos, bufones, peones del rey, engranaje. Ellos ganaron. Nunca pediremos la revancha, no somos tan valientes como para eso. Sigamos agregando ladrillos a nuestra gigante sala de espera. Sigamos manchando con nuestra sangre y la de nuestros hijos la suela de sus zapatos, comiendo mierda, pidiendo perdón. No busques en mis ojos lo que tampoco hay en los tuyos. No busques en palabras lo que debería haber en tus manos. No pierdas el tiempo de esa manera. Las balas están bien adentro y nuestra sangre parece eterna. No busques el grito, ya no hay oídos. Vení, acostate, esperemos juntos y pidámosle el milagro de que nos lleve cuanto antes. Vení, no llores que no sirve si nadie te ve. No te escapes que es peor, dame tu mano y tu confianza y si querés, abrazame. La resistencia es en vano. No hay nada que podamos hacer. Vení, si sufrimos juntos, sufrimos menos.




No hay comentarios: