martes, 13 de noviembre de 2007

Hoy

En la soledad del Titanic
Vive mi alma esperando.
Hundido en su inmenso mar
Mi corazón late arena y sal.
Por mis venas heladas y oscuras
El canto mudo de mi pasado gris.
Con las sienes hinchadas de odio
Tras hierro y cemento duermo.
El pájaro y la libertad se han ido
En busca de horizontes ajenos.
Aunque viva mi alma esperando
Y mis ojos rojos no puedan mirar,
La soledad acompaña en silencio
Con lágrimas que se acaban.
La tumba abre sus brazos
Y prende las velas para mi.
La música, las palabras, el aire
Me asesinan con sus gotas.
Hundido en el Titanic
¡Qué sólo me siento hoy!

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