miércoles, 26 de septiembre de 2007

Tirarse

Si los momentos más felices de nuestras vidas ocurren cuando más inconscientes somos de la vida misma, ¿porqué no deshacernos de ella? Subir, bajar, harto de mis mentiras pseudoactorales. ¡Que me trague el hoyo y que vivan los que quieran sufrir! ¿Me esperará un cielo? ¿Me esperará un infierno? ¿Me esperará la nada? ¿Hay algo después de todo esto? Creer en Dios como una explicación mística de lo que es el arte, el amor, ¿parece tan disparatado? Hay algo de nuestra existencia que no se ve, que vale verdaderamente. ¿Es eso lo que perdurará para siempre? ¿Sirve llorar? ¿Por qué lloramos? ¿Por qué reímos? ¿Cuántas veces el dolor ajeno nos causa alegría? Y cuando digo dolor ajeno estoy hablando de todo tipo de dolor, de formas de sufrir y de no ser feliz. ¿Siempre el mundo se dividirá entre los que tienen y los que no tienen, entre los que están afuera y los que están adentro? ¿Es el amor el máximo estado de nuestras almas? ¡La vida es muy corta y casi siempre amarga! Luchar para vivir, y cuando se le acaba el filo a la espada una brisa te lleva con el montón que ya perdió la batalla; sea blanco, negro, pobre, rico. Alguien tiene que poder ayudarme. De a poco estoy volviéndome cada vez más loco, y actúo como tal. Sufro como un perro. Vivo una muerte en vida (esta última afirmación entiende a la palabra muerte de la manera más común de hoy en día –occidental si se quiere-, como el final, como algo aberrante y no deseado). Cada dolor de mi cuerpo significa la agonía. Mi mente viaja todo el tiempo. ¡Y no vuelve! Se va, se va, se va. Conoce la sociedad de hipócritas que somos, la simplicidad en lo estético, en los gustos, la liviandad de las elecciones humanas. Conoce las vidrieras de los cuerpos idiotas y su aceptación por los compradores. ¿Tendré tiempo para cambiar todo esto? ¿Necesito la ayuda de alguien que arme el rompecabezas que tengo en la mente? No lo sé. No sé nada., nadie sabe un carajo pero hablan porque tienen lengua. Estoy en el límite. En el borde del abismo. Me tiro, no me tiro. ¿Me están tirando? Mi cuerpo me molesta, desde las manos, hasta los pelos. Todo me hiere, el aire, este papel, la consagración de los imbéciles con diploma de vivo. ¿Cuándo va a pasar todo esto? ¿Cuándo va a parar todo esto? Pido permiso para sentir, pido permiso para ser. ¡Corréte, ahí viene uno y te hace mierda! No te corriste, perdiste. No me corro, muero. Y ahí viene otro más fuerte y lo hace mierda al que me mató a mí. ¡Despertame! Decime que lo estoy soñando, que anoche me dormí y que hoy empieza todo de nuevo. ¡Decime que mi gente no se enferma! ¡Decime que mi gente no sufre! Decime que mi gente no se odiará jamás. ¿Qué te estoy pidiendo? ¡Si tu gente es igual a la mía! ¡ Si tu gente es la mía! ¡Tu mundo es el mío! Me caigo y me levanto. Y no estoy soñando. Me caigo y me levanto de vuelta. Y ya levantado me quiero levantar otra vez porque no noto la diferencia entre estar tirado y parado. ¿Hay diferencia? ¿Perdí el único tren de la verdad? ¿Existe ese tren? La estación está casi vacía. Los que esperan son todos locos. Como yo. ¿Cómo puede haber gente hoy que espere la verdad? Verdad. Verdad. Verdad... Paciencia. Esperar, cerrar los ojos. Mojarte la cara. Intentar ser agradable y lograr la aceptación de todos y de nadie. Maldecir. Escupir. Pensarlo todo. El vidrio está empañado, y no se ve afuera. Te dicen que hay sol pero está lloviendo. ¿Nadie puede ayudarme, carajo? Desde que nacemos ya estamos muriendo. En cada minuto, en cada segundo. Pero no lo sabemos. No lo notamos. Necesitamos los anteojos del alma y no los usamos. Los ojos ven lo que quieren. La gente nos hace a su medida. Y yo no puedo aceptarlo. Me niego con toda la poca fuerza que me queda. Mi aire está contaminado de tu aire. Y mis palabras se están rindiendo de a poco. Me tiro. Me estoy tirando. Estoy cayendo. Y abajo no hay nada. Ya está. Ya me fui.



24/2/93 al 30/04/1999

1 comentario:

Vanina dijo...

que desesperación Lu!!
fuerte, too much... no más sentirse así. es una elección. pero elijamos vivirla a la vida y apreciarla. desde uno mismo. no te importan los demás. sí, sí, de repente te afecta y con todo. y se sufre. pero la verdad interior es la que te salva. tu verdad. y que las palabras no se rindan!! sobre todo en vos (sobre todo en mi) que somos almas que sacan la energía a través de ellas, de las palabras.
Cuando empecé a leerlo estaba escuchando música y justo sonaba California Dreaming (bajón mal..) pero después empezó otra: Protection, de Massive Attack. buscala en internet (letra y música). da para la ocasión de este texto y de la intención en lo que te estoy diciendo. por lo menos desde mi punto vista...
abrazo